Criadero RUCATRARO
11884-Estandar kennel Club Argentino
Historia del Galgo Barbucho
Comúnmente en nuestro campo se le denomina "galgo ruso", todo cazador y hombre de campo sabe que cuando decimos galgo ruso nos estamos refiriendo al galgo barbucho criollo. Optamos por esta última denominación con el objeto de no incomodar ni entrar en inútiles controversias con aquellos criadores de Borzoi, Barsoi o Psovaya Borsaya que efectivamente es un galgo de Rusia, muy fino y elegante, antiguamente cazador. Después de la revolución bolchevique en Rusia estuvo al borde de la extinción; por su belleza fue adoptado en Europa para acompañar a las modelos en las pasarelas o adornos en los salones, En la actualidad ha vuelto a criarse en Rusia.
Así que para los entendidos, cuando hablamos de galgo ruso nos estamos refiriendo al "galgo barbucho criollo" y viceversa.
Este galgo es el producto de innumerables cruces con toda clase de perros, durante tres siglos de existencia por lo menos en nuestro suelo; por eso lo de criollo. Desde el ultimo cuarto de siglo XVIII, es decir desde fines del 1700.
Sus ancestros fueron los irishwolfhound, introducidos por barcos ingleses que comerciaban con los nativos Shelknam (Onaspara nuestra lengua) de Tierra del Fuego y Tehuelches del sur de Santa Cruz, plumas, pieles y cueros de animales salvajes.
Ante la llegada del caballo, los nativos cazaban a pie con un tipo de perro barbucho grande de hocico fino. Por su utilidad en este tipo de caza a pie el perro era cuidado con esmero, a diferencia de épocas posteriores. El naturalista Charles Darwin en su libro "El origen de las especies", impresionado por este hecho, llega a decir que "los nativos de Tierra del Fuego cuando pasaban hambrunas prefieren matar a las mujeres viejas, antes que a sus perros de caza".
A mediados de 1800 encalló un barco en Bahía Creek y la población que se asentó un tiempo en sus costas traían perros barbuchos cazadores. Desde el norte de Chubut y de Rió Negro los nativos iban a buscar estos perros muy codiciados para utilizarlos en la caza.
La Patagonia, tan extensa como misteriosa, con tantas riquezas naturales, atrajo la atención de aventureros de toda clase; aquellos que vinieron por su cuenta y riesgo y aquellos que cumplían funciones al servicio de gobiernos extranjeros en busca de lo que fuere, tierras o mercados nuevos; llegaron franceses, escoceses, neozelandeses, alemanes y principalmente ingleses, siempre muy afectos a la Patagonia (usurparon en 1831 las Islas Malvinas); buscadores de oro, bandidos que huían de la justicia de sus países, cazadores de guanacos y choiques, pumas etc.
En el último cuarto del siglo XIX, un asturiano trajo las ovejas desde las Islas Malvinas al continente, pero fueron los ingleses quienes expandieron sus negocios criando ovejas en gran escala para la industria textil europea.
Esta mescolanza de intereses y culturas tan diversas, unido a la ausencia efectiva del gobierno nacional, generó un clima de violencia que iba a durar muchos años y favoreció la eliminación, por diversos métodos incluido el uso de perros loberos irlandeses, del indígena Shelknam (onas) y Tehuelches. Con la desaparición de estos, sus animales domésticos, fundamentalmente los perros se asilvestraron. Como había ocurrido antes en el territorio de la provincia de Buenos Aires, los perros asilvestrados se hicieron dueños del espacio formando jaurías que producían una gran mortandad en las majadas de ovejas. De hecho en esa época, las autoridades máximas en todo el territorio de la Patagonia austral, probaron diversos métodos para eliminar a las jaurías asilvestradas, armas de fuego, veneno, alambradas perimetrales etc; sin conseguir su objetivo.
Frente a esta situación que afectaba directamente sus intereses, los administradores de estancias, ingleses y alemanes abrumados por una realidad incontrolable, de común acuerdo decidieron importar una cantidad considerable de perros grandes de irlanda, perros loberos irlandeses, galgos grandes de irlanda, irish wolfhound, en definitiva, con los que sí lograron diezmar a las jaurías asilvestradas.
Este sabueso lobero irlandés, enorme y feroz era un perro extraordinario que tuvo su apogeo en la edad media, con el feudalismo, antes de los estados nacionales.
Las enormes extensiones de las estancias patagónicas, algunas superaban los dos millones de hectáreas, y las funciones a las que estaban destinados estos perros, ofrecía un hábitat ideal para la permanencia y perdurabilidad del perro irlandés, con el paso del tiempo los cambios naturales producidos por la cruza indiscriminada sin la intervención deliberada del hombre, en muchos casos con mastines, ovejeros, galgos y no tan galgos; y en otros casos con cruzas selectivas por el nómade cazador indígena y posteriormente por el hombre de campo ha conservado ciertas características propias del perro útil para hacer frente al zorro colorado, grande como un perro mediano, a los pumas y jabalíes que producen daño importantes en las majadas, también cazan a la carrera guanacos y choiques.
Entre fines del siglo XIX y principio del siglo XX, antes de 1930, estancieros ingleses importaron perros de sus países de origen y de norteamérica, Irish Wolfhound y posiblemente algunos Deerhaound.
CARACTERISTICAS
El galgo barbucho criollo difiere por un lado de sus ancestros; por otro lado de todas las clases de galgo que se han importado a la argentina conformando un perro distinto a todos, no solo en estructura, sino también en carácter, rusticidad, pelaje y un coraje y arrojo que solo puede ser superado por un dogo argentino.
En lineas generales podemos decir que de ninguna manera el galgo barbucho criollo puede asemejarse a un dogo alivianado (dogales barbuchos) ni a un galgo de carrera con pelos largos como los están haciendo ahora en chile o aquellos que atienden el mercado de los cazadores de las canchas de carreras que tienen la imagen de un galgo de carrera grabada y solo conciben un galgo igual, nada más que con pelos largos.
algunas diferencias más especificas:
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La alzada del barbucho criollo es superior, ronda los 74-75cm a 79-80cm entre hembras y machos respectivamente, los galgos españoles tienen entre 60-71cm, y en las canchas de carrera llaman grandote a un perro de 74-75 cm. Con respecto a este punto existe una variación importante producida por el hábitat y por supuesto por los gustos, pero creo que un factor determinante es el medio, por ejemplo en el sur patagónico por el tipo de campo, y factores climáticos como la nieve prefieren de mayor alzada. En el valle medio el tipo de monte cerrado, hace que se prefiera de menor alzada. En la provincia de Buenos Aires los prefieren más altos y en La Pampa de buen tamaño y corpulento pero no tan alto como en el sur patagónico.
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La cabeza debe ser fuerte, ancha y subconvexa, el diametro transversal entre las orejas con el hocico de buen tamaño que se afina levemente hacia la nariz.
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El cuello muy musculoso, de nacimiento alto, erguido y no horizontal.
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El ángulo de la cadera no es cerrado como el perro de carrera, sino mas abierto con grupa alargada y ancha.
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El pecho es profundo y no ancho como el galgo de carrera de musculatura ancha y alargada.
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Patas con almohadillas duras y muy resistentes, cuando en un terreno calcáreo, de conchillas finas el perro puro queda sangrando el galgo barbucho sigue como si nada, sin problemas.
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Tiene muy buen olfato, generalmente rastrea y ventea.
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Es menos ligero que un greyhound, pero mucho más resistente y tenaz en la caza.
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No sufre las inclemencias del tiempo como un galgo pelado y es muy resistente a los golpes o lastimaduras del campo.
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No es un perro nervioso ladrador, es más tranquilo que un galgo de carreras y un poco desconfiado con extraños. en situacion de caza se muestra enérgico y aplicado.
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Pesan alrededor de 45 o mas kilos, el galgo español ronda los 25 kg y el greyhound los 30 kg. (http://galgobarbuchocriollo.blogspot.com.ar/)